12 Jun Un árbol, una protagonista: la abeja
En las últimas décadas el hábitat de las abejas se ha visto amenazado no solo por los plaguicidas, sino también por el cada vez más preocupante cambio climático. La búsqueda de soluciones para evitar su desaparición es un punto muy relevante a tener en cuenta, y es aquí donde la gestión forestal entra en juego, pues se trata de un valioso aliado para resolver este problema al favorecer el asentamiento de colmenas.
El sector apícola en España ostenta un papel fundamental en la conservación del medio natural, la polinización y el mantenimiento de la biodiversidad de especies tanto vegetales como animales. La mayor parte de la producción apícola se centra en Extremadura, Andalucía, Comunidad Valenciana y Castilla y León, destacando en cuanto al número de explotaciones la actividad desarrollada en Andalucía y Galicia.
El eucalipto es una fuente de néctar y polen, un árbol de floración temprana que favorece tanto el desarrollo de las colmenas como la producción de miel y néctar de calidad. Además, sus flores resultan muy atractivas para las abejas por sus altas concentraciones de polen. A diferencia de otros tipos de miel artesanal, la miel de eucalipto no requiere la intervención del ser humano, sino que se elabora 100% a partir del néctar que las abejas liban de las flores y posteriormente procesan en sus colmenas.
Las principales zonas productoras de miel de eucalipto en España se sitúan en Valencia, Badajoz, Sevilla, Cádiz, Huelva, Cantabria, País Vasco, Asturias y Galicia.
Sin lugar a dudas, impulsar los asentamientos apícolas en los montes de eucaliptos, nos brinda una oportunidad para mantener y fomentar la biodiversidad que no debemos pasar por alto.