El eucalipto

Existen más de 700 especies de eucalipto o eucaliptus, que significa “bien cubierto” por su semilla encapsulada. Son árboles de hoja perenne que pueden alcanzar una altura de más de 60 metros.

 

Oriundo de Australia y Nueva Guinea, el eucalipto se ha importado a otras partes del mundo para reforestación y por ser una materia prima principal en sectores y usos tan diversos como ornamentación, maderero, farmacológico o celulosa.

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Bioeconomía y eucalipto

En 2014 se publicó la secuenciación del genoma del eucalyptus grandis, la especie más común, comparándolo con el genoma del eucalyptus globulus, otra especie silvestre. El estudio, en el que participaron 70 científicos en un consorcio internacional coordinado por Jeremy Schumtz, reveló la causa del rápido crecimiento del árbol y su capacidad para adaptarse al entorno.

 

El estudio concluye que el conocimiento del fundamento molecular del crecimiento rápido y la adaptación eficaz de los árboles como el eucalipto es una oportunidad abierta para una economía basada en los biomateriales y la energía sostenible.

 

Las materias primas sostenibles, como el eucalipto, juegan un papel principal para conseguir el objetivo de la Unión Europea de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y de la cuota del 27% de energías renovables. Todo ello con la vista puesta en el horizonte 2050 para lograr una economía hipocarbónica y competitiva. Es decir, que minimice la huella de carbono en la industria.

 

Consulta más información sobre cómo el eucalipto contribuye a la bioeconomía.

Contribuye a reducir
la huella de carbono

La huella de carbono es el indicador que utilizamos para reflejar la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto. Se mide en CO2 (dióxido de carbono).

 

Las plantas consumen dióxido de carbono durante la fotosíntesis. ¿Sabías que los eucaliptos por su rápido desarrollo son grandes consumidores de CO2 y aportan una ayuda considerable en la lucha contra el cambio climático? Incluso aquellos árboles que se talan para diferentes usos, como la producción de celulosa, no liberan el CO2 acumulado en su vida, sino que este sigue almacenado y se incrementa a lo largo de las fases de transformación hasta el producto final.

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