04 Dic El papel de la certificación en la gestión forestal sostenible
FSC, PEFC… ¿Te suenan estos sellos? ¿Sabes qué certifican exactamente y por qué son tan importantes en el ámbito de la gestión forestal sostenible? ¡Sigue leyendo!
Aclarando conceptos
Empecemos por el principio… ¿Qué entendemos exactamente por Certificación forestal y Gestión Forestal Sostenible?
La Gestión Forestal Sostenible, según la Conferencia Interministerial de Helsinki de 1993, es “la administración y uso de los bosques y los montes, de manera y en tal medida que mantengan su biodiversidad, productividad, capacidad de regeneración, vitalidad y su potencial de cumplir, ahora y en el futuro, funciones ecológicas, económicas y sociales relevantes, a escala local, nacional y global, sin causar daño a otros ecosistemas”.
La Certificación Forestal es el procedimiento por el que una entidad independiente, tras un análisis de la gestión, garantiza que dicha gestión se hace de acuerdo con los criterios o principios de gestión sostenible definidos en una norma, estándar o especificación técnica. Esos criterios o principios, junto con las normas o estándares las desarrollan dos organismos principalmente bajo los estándares internacionales más exigentes: Program for the Endorsement of Forest Certification schemes (PEFC) y Forest Stewardship Council (FSC)
Las plantaciones de eucalipto son superficies forestales que, cumpliendo esos estándares y normas asociadas que reconocen esa gestión sostenible, pueden ser certificados, aplicando los criterios de responsabilidad y sostenibilidad más exigentes a nivel internacional al amparo de los sellos FSC y PEFC.
Un ejemplo: madera para papel y certificación forestal
Según MEMORIA DE SOSTENIBILIDAD DEL PAPEL 2018 de ASPAPEL, para la producción de fibra virgen (celulosa) se utilizan en España 5,5 millones de m3 de madera. El 98% de esta madera procede de plantaciones locales de pinos y eucaliptos. Y la totalidad de la madera utilizada por el sector proviene de aprovechamientos legales y de controlada trazabilidad.
Se trata además de un alto y creciente porcentaje de madera con certificación de gestión forestal sostenible (FSC y/o PEFC): la madera certificada consumida por el sector asciende al 63%, y en el caso del eucalipto supone el 75%. Están certificados el 100% de las fábricas de celulosa y de los proveedores de celulosa, el 92% de los proveedores de madera del sector y el 75% de las fábricas de papel. Y por lo que se refiere a los productos, el 56% de la celulosa de mercado y el 61% del papel puesto en el mercado está certificado.
Beneficios de la certificación forestal
Desde el punto de vista económico, la certificación forestal contribuye a un mejor posicionamiento de los productos y una garantía para el consumidor final.
Desde el punto de vista ambiental, se garantiza la persistencia de la masa forestal en el tiempo, se mejora el control, y seguimiento de los trabajos, tanto forestales como de trazabilidad al origen sostenible del bosque, permitiendo una mejor adecuación de medios y la mejora continua en todas las actividades.
Desde el punto de vista social, se contribuye a consolidar el empleo, generar rentas, vertebrar el medio rural, el conocimiento del entorno, interaccionar con el entorno, interaccionar con agentes sociales y, en definitiva, potenciar el monte como entorno social de desarrollo.