¿Ropa producida a partir de un árbol? Es posible y es sostenible.

¿Ropa producida a partir de un árbol? Es posible y es sostenible.

El incremento sustancial del volumen de producción en la industria textil durante los últimos años ha provocado un consecuente aumento de los residuos. La tendencia ante tal situación es recurrir al uso de tecnologías y materiales alternativos, persiguiendo el objetivo de reducir el impacto medioambiental. No es de extrañar que dadas las circunstancias, la oferta de tejidos sostenibles haya evolucionado hasta incluso hacer posible la utilización de madera reciclada para fabricar ropa.

Existen diferentes variantes de tejidos derivados de la madera y de gran actualidad en la industria textil. Entre ellos destacaremos, por ser los más extendidos, el lyocell, la viscosa y el modal. Este tipo de fibras obtenidas a partir de la madera se suelen presentar como naturales y ecológicas, pero no todas son iguales. Profundizaremos un poco más en cada uno de estos tejidos para entender por qué no deberíamos decir que todos son tejidos sostenibles.

El lyocell es un material natural hecho a partir de celulosa o pulpa del eucalipto. Es un producto biodegradable, ya que su fabricación no origina subproductos nocivos para la salud o el planeta. Además, el cultivo del eucalipto no requiere el uso de pesticidas y se gestiona de forma sostenible. Es un material muy versátil y se utiliza principalmente para ropa de cama, vaqueros, camisas, camisetas, pantalones y toallas.

Podemos destacar una serie de ventajas que presenta sobre otros orgánicos:

  • Es liso, elástico y muy resistente a las arrugas
  • Tiene una alta capacidad de control de la humedad, por lo que es antibacteriano
  • Su producción es menos tóxica y derrochadora, es más corta y utiliza menos agua y energía que otros tejidos sostenibles

 

La viscosa, también conocida como rayón, es un material producido a partir de fibras de bambú. Aunque suele considerarse un tejido sostenible por el hecho de estar producido a partir de fibras de madera, para su producción se requiere el uso de productos químicos tóxicos. Los vertidos tóxicos en masas de agua cercanas a las fábricas ponen en peligro tanto el equilibrio natural de los ecosistemas como a los habitantes cercanos a las fábricas. Es por todo esto que su catalogación de material sostenible no es del todo adecuada.

Por último, el modal es una fibra artificial hecha de celulosa regenerada a partir de las astillas de las hayas. Se podría decir que es una versión mejorada de la viscosa, ya que su proceso de producción es más respetuoso con el medioambiente y es más resistente. No obstante, para su transformación en tejidos es necesario utilizar productos químicos que podrían poner en riesgo la salud de los trabajadores.

Si tenemos en cuenta que la superficie para cultivar algodón en el mundo no tiene margen de crecimiento y que el cultivo de madera requiere una cantidad de agua mucho menor, que las microfibras basadas en petróleo de muchos tejidos puede suponer un grave problema ambiental, no cabe duda de que producir tejidos a partir de madera no solo es sostenible, sino la forma más sostenible de elaborar los tejidos que la sociedad demanda.

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