19 Ago Construcción sostenible
En el ámbito empresarial cada vez son más comunes conceptos como sostenibilidad o eficiencia como objetivos prioritarios de sus políticas. El sector de la construcción, ha demostrado una creciente tendencia hacia la preservación del medioambiente y la preocupación por la conservación del entorno.
Actualmente la construcción de edificios supone un consumo de entre el 20% y el 50% de los recursos naturales y contribuyen al aumento de las emisiones y la contaminación tanto en el proceso constructivo como a lo largo de la vida útil, por lo que implantar un modelo que permita reducir estos datos no es solamente importante, sino una prioridad.
Alrededor de esta inquietud surge la construcción sostenible, un término global que define un tipo de construcción con especial respeto y compromiso con el medio ambiente. Esto implica el uso eficiente de energía y el agua, los recursos y materiales no contaminantes y la reducción de los impactos ambientales.
La construcción sostenible combina la elección de materiales y procesos constructivos con la elección del entorno urbano y su gestión. Al contrario que las prácticas llevadas a cabo habitualmente guiadas por beneficios a corto plazo, este tipo de construcción se basa en las mejores prácticas que junten calidad y eficacia a largo plazo a un coste asumible.
Requisitos para la construcción sostenible
Podemos destacar acciones como: consumo racional de energía y agua, utilización de materiales no contaminantes, minimización de los residuos generados durante la construcción, integración con el ambiente natural y aprovechamiento de las condiciones del entorno.
Dentro de estas medidas podemos destacar la utilización de materiales de construcción sostenibles, que son aquellos que tanto para su fabricación, colocación y mantenimiento producen un bajo impacto medioambiental y que además son duraderos y pueden reciclarse. Entre ellos encontramos:
- Madera. Considerada el material con menor impacto ambiental por su capacidad para eliminar el C02. Tiene una capacidad aislante destacable lo que permite mantener la edificación fresca en verano y caliente en invierno.
- Barro cocido. Presenta capacidades de reciclaje altas ya que se trata de un material inerte y estable y los residuos generados pueden reincorporarse al circuito de fabricación.
- Corcho aglomerado. Es un producto natural que tiene unas propiedades muy buenas en aislación térmica y acústica. Es un material con una conductividad muy baja, ignífugo, que no acumula electricidad estática y no absorbe humedad.
- Fibras de celulosa de papel reciclado. Está compuesto por fibras de papel reutilizado que han sido tratadas para darle propiedades ignífugas y aislantes. Su comportamiento es muy parecido a la madera, lo que hace que equilibre las temperaturas tanto en invierno como en verano.
- Polipropileno, polibutileno y polietileno. Se trata de materias termoplásticas que se pueden utilizar para los sistemas de calefacción, conductos de agua y drenajes. Se trata de una muy buena alternativa al plástico.
- Pinturas naturales. Está compuestas por aceites vegetales, óxidos de metales y derivados de origen vegetal o mineral. Son biodegradables y respetuosos con el medio ambiente, permiten la transpiración de los materiales, previniendo la aparición de humedades, grietas o desconchones.
Podemos destacar el poder del eucalipto para fomentar este tipo de construcción. La madera de eucalipto posee una gran versatilidad por lo que se convierte en un material ideal para todo tipo de proyectos. Su faceta estética ofrece una gran variedad de tonalidades a los diseños y permite crear sucedáneos naturales tales como pinturas o aceites. También se puede generar pasta de celulosa, procedente del papel reciclado, que es un material aislante muy potente e importante en esta nueva alternativa.
Ejemplos de edificaciones sostenibles
- Biblioteca Comunitaria de Bishan (Singapur). Es uno de los inmuebles que aprovechan la luz solar reduciendo el gasto en energía eléctrica.
- Edificio del Pixel (Australia). Cuenta con un diseño innovador capaz de alcanzar la neutralidad de carbono.
- Museo del Mañana (Río de Janeiro). El techo está compuesto de placas fotovoltaicas que cambian de posición durante el día para aprovechar al máximo la luz del sol. Para reducir la temperatura del edificio, la estructura utiliza el agua de varias piscinas cercanas.
- Hotel Stadthalle (Viena). Se ha convertido en el primer hotel del mundo con un consumo energético igual a cero, produce la energía que necesitan mediante la instalación de paneles solares.
La experiencia ha demostrado que no resulta fácil cambiar el sistema de construcción de los edificios y de gestionar su funcionamiento. Para ello debe romperse con la rutina y los hábitos adquiridos por décadas por el actual sistema de construcción que no ha tenido en cuenta el papel finito de los recursos naturales. Pero es algo que se debe tener muy en cuenta y cambiar en términos de corto plazo pues su papel para preservar el medio ambiente y terminar con la contaminación del sector es primordial.